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Rompiendo Esquemas Culturales: Cuidar Nuestro Cuerpo También es Amor por los Demás

Como hispanos, y más aún como mujeres mexicanas, crecemos con la idea de que debemos darlo todo por los demás: nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros padres, nuestros estudiantes, nuestra comunidad. Y aunque ese corazón generoso y servicial es parte de lo que nos hace únicos, también puede volverse un arma de doble filo cuando dejamos de cuidarnos a nosotros mismos en el proceso. Muchas veces escuchamos frases como:

"Ya a esta edad, es normal estar así".

"Ya para qué me cuido, ya estoy grande".

"No tengo tiempo para mí, los niños vienen primero".

"El ejercicio es para las jóvenes, no para mí".

"Es normal tener diabetes o presión alta después de los 50".

Estas creencias, aunque comunes, no son verdad. Son construcciones culturales que nos enseñaron desde niños, pero que hoy, como adultos conscientes, podemos cuestionarlos y transformarlos.

La realidad es que nuestro estado físico no depende de la edad ni de la suerte. Depende de nuestras decisiones. Depende de qué tan en serio nos tomamos nuestro bienestar, y sobre todo, de las metas que tengamos para nosotros mismos.

Nos enseñaron que al llegar a ser "señora" ya nos toca resignarnos al sobrepeso, a los achaques, a los dolores, a la falta de energía, y que eso es simplemente "parte de la edad". Pero no tiene que ser así. Tener más de 40, 50, o 60 años no significa que nuestro cuerpo ya no puede mejorar. Al contrario, el cuerpo responde positivamente al movimiento, al amor propio, y a una alimentación consciente, sin importar la edad.

¿Sabías que hacer ejercicio de fuerza no es solo para los hombres ni para los jóvenes del gimnasio?

Levantar pesas (aunque sean ligeras) ayuda a fortalecer los músculos, proteger los huesos, prevenir caídas, mejorar la postura y, sobre todo, a mantener nuestra independencia cuando seamos mayores. No se trata de tener el "cuerpo perfecto", sino de poder caminar sin dolor, cargar nuestras propias bolsas, levantarnos del sillón sin ayuda, y disfrutar a nuestros nietos sin limitaciones.

También es importante hablar de la salud mental. Muchas veces la ansiedad, la tristeza o el estrés constante vienen de una vida donde hemos puesto a todos por encima de nosotros.

El ejercicio no solo transforma el cuerpo, también es medicina para la mente. Nos da claridad, energía, y una sensación de logro que muchas veces nos hace falta.

Cuidarse no es egoísmo. Es una responsabilidad. Es amor propio y amor por los demás. Porque cuando estamos bien, podemos dar lo mejor de nosotros, no lo que sobra. Podemos vivir con calidad, no solosobrevivir.

En Alpha Thrive Fitness, nuestro lema es: "Tu mejor versión no llega sola... ¡Se entrena!" Porque sí, es posible reescribir tu historia. No importa si nunca has hecho ejercicio antes o si sientes que no tienes tiempo.

Lo importante es dar ese primer paso y saber que mereces sentirte fuerte, con energía y feliz en tu propio cuerpo.

Empieza por pequeños cambios: caminar 20 minutos al día, tomar más agua, hacer ejercicios sencillos con el peso de tu cuerpo, dormir mejor, respirar profundo, y sobre todo, creer que sí puedes. No estás sola.

Somos muchas mujeres despertando y decidiendo vivir con intención, rompiendo los esquemas de lo que "debería ser" una mujer de cierta edad.

La cultura no nos define. Nosotros definimos la cultura con nuestras acciones diarias.

Seamos el ejemplo para nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras amigas.

Mostrémosles que una mujer fuerte, saludable y feliz no es la excepción, sino la nueva norma.

Es tiempo de dejar de ver el cuidado físico como un lujo o una vanidad. Es una necesidad. Es un acto de amor.

Y como hispanos, sabemos muy bien lo que significa amar con todo el corazón. Ahora toca dirigir parte de ese amor hacia nosotros mismos.